Esponjas humanas

Cada día que pasa comprendo más lo de que los niños son como esponjas. No sólo aprenden algo nuevo a cada minuto, sino que lo que aprenden es una copia inexacta de lo que sus más cercanos hacemos, sobretodo las madres. Con quince meses mi niña tira besos porque yo me despido así de sus abuelos o de su padre, limpia su trona con la servilleta porque minutos después yo la limpiaré con un paño húmedo, se mira en el espejo al subir las escaleras porque yo siempre me paro a mirarme los pelos que llevo, pinta garabatos porque yo no hay minuto que no esté escribiendo o dibujando y un largo etc que la convierten en mi mono imitador particular.
He leido que es por hacernos felices, el niño sólo busca la admiración de sus padres, que lo feliciten, que lo recompensen y por eso hace todo como lo hacemos nosotros...
Esto, por supuesto, deja a un lado la teoria de que la niña tiene mucho genio porque es capricornio ^^U Mi niña tiene genio porque su "mamá" tiene genio, lo cual no es muy consolador. Cuando pienso en todo lo negativo y lo mal hecho que aprenderá de mí, me dan dos yuyus. Ser padre o madre ha empezado a convertirse en una batalla en contra de la frase " Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga", ahora todo lo que hago tengo que examinarlo exhaustivamente antes. ¡Y he de decir que tengo muchas malas costumbres!
El consuelo es que también absorben lo bueno que tenemos, con lo cual el equilibrio que se establece entre lo que bordamos y lo que pifiamos puede dar resultados sorprendentes...