domingo, 20 de abril de 2008

Entre telas

A día de hoy he superado a mi madre en muchas cosas, principalmente mis croquetas están más buenas y tengo menos bolsas de cosas por ordenar. Sin embargo, el sábado pasado volví a sentirme torpe y lenta, como cuando tenía 8 años y ella se empeñaba en enseñarme a ser autosuficiente.

Todo comenzó con un vestido maravilloso que ví en una tienda de niños. En el momento en que contemple la cifra en euros en la etiqueta supe que el siguiente paso sería comprar un tela maravillosa con la que hacer ese vestido para la niña. Por supuesto la tela cuesta como 6 veces menos que el vestido, pero el reto era demasiado grande para mí.
Mi madre siempre está demasiado ocupada, a veces con su trabajo, otras con su casa, otras con ella misma aunque no quiere admitirlo. Por fin, después de un mes con la tela comprada y hablando casi todos los días de cómo se hace o cómo no se hace, me dedicó una tarde entera y fue increible.
A pesar de sentirme tan pequeña e insignificante a su lado, mientras patronaba, cortaba, unía, enfilaba... disfruté muchísimo comprobando lo valiosas que son las madres, sobretodo cuando la generación de la mía todavía saben cosar, bordar, hacer croché, hacer punto y miles de cosas que sobresalen por encima de coser botones o meter los falsos de los pantalones, algo por lo que las tenemos infravaloradas.

Yo tengo una carrera, el día de mañana podré encaminar a mi hija con sus estudios porque soy muy buena en eso. Si tiene dudas sobre formulación o sobre ls ecuaciones matemáticas, puedo ser su apoyo... pero no me consuela. Luego nada de eso te sirve si se te cae un botón de la camisa. Yo quiero ser como mi madre, quiero poder enseñarle a cocinar, a coser, a hacer croché, quiero que me llame para hacer un vestido a su hija y dejarla maravillada y sorprendida de lo mucho que aún puede aprender de mí...

P.D - Por supuesto, no todo es perfecto entre madres e hijas. El miercolés mi madre hizo el amago de escurrir el bulto y dejar el vestido a medias, algo que suele hacer a menudo. Así que le he dado libre este finde para que siga con su vida social no sin antes hacerle leer el borrador de esta entrada para chantajearla emocionalmente. Estoy segura de que el próximo sábado acabaremos el vestido ^^ ¡Siempre que no lea esta P.D!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo quiero ver una foto del vestido, que me ha entrado una curiosidad... yo seguramente lo hubiera comprado o hubiera buscado uno que también me guste más barato, jajaja... la ley del mínimo esfuerzo siempre estará en mí y eso que mi madre siempre me inculcó lo contrario ;)