viernes, 16 de mayo de 2008

Casi dos semanas sin Orange (2ª Parte)

(Continuo con mi pequeña gran aventura teléfonica...)

El punto débil de los Telemarketing es que si llaman a particulares evitan los comercios y viceversa. A excepción de los nuevos o de los que tiene que hacer méritos que sí se mojan por pillar cacho, los teleoperadores suelen terminar la conversación en los 20 segundos que tardan en apuntar "Mercería" en observaciones y pinchar en número equivocado o comercio o algo parecido en el ordenador.

Sin embargo, he cometido un error... sino ¡¿A ver que hago yo en mi mercería a las 15:46 horas?! Evidentemente, puedo estar haciendo inventario, limpiando, o preparando pedidos urgentes que ahora con las comuniones estoy hasta arriba ^^U pero no lo van a preguntar. Como muchas veces la llamada salta aunque tenga observaciones sólo para comprobar que es verdad, en algún momento cualquier teleoperadora espabilada puede darse cuenta del engaño al ver la hora y borrar las observaciones o añadir otras poco beneficiosas para mí y que así nunca borren mis datos de su sistema.

Mientras intento atar todos los cabos sueltos, recuerdo una frase que dice "La mentira es una verdad mal contada". Desecho por completo la idea de tener una mercería, Orange me llama a la hora de la siesta casi todas las veces. Como mi acento mandarín es pésimo la idea del "Bazal Chino Lao Cheng" que abre las 24 horas del día los 365 días del año queda descartada junto a otra un poco más macabra a la que solemos jugar mi padre y yo para bromear al telefonearnos. Me río con el comentario de Hannu mientras pienso en descolgar el teléfono y con voz lúgubre anunciar " Funeraria La Dulce Agonía, dígame". Posiblemente les echaría para atrás pero no colgarían. Lo tienen prohibido. Y yo no sería capaz de aguantar la compostura ¡Se me ocurre cada cosa! Me paso la tarde pensando en qué otras opciones tengo, a cual más disparatada y en probarlas todas, pero el sentido común me regaña. Esto es serio, ¡Es un boicot a Orange, a Tele2, a Jazztel, a Ono! Me siento como la Juana de Arco de los consumidores con teléfono particular a los que estas compañias en su descontrol de ofertas les joden las siestas y las meriendas de los niños sin darnos la oportunidad de poder dar de baja nuestros datos...

P.D.- Está claro que a estas alturas he desistido de llamar de nuevo al 902... el aburrimiento es lo que tiene jejeejejeejejejeje

2 comentarios:

María Martín Titos dijo...

me encanta esta segunda parte me he tronchao con tus invenciones, como sigas asi vas a escribir un libro de esto.jajajajaja

Malice dijo...

jajajajajajja "Mi siesta con Orange" jajajajajaja Seguro que sería un best seller!!!