jueves, 8 de mayo de 2008

Lluvia

OJALÁ LA LLUVIA

Ojalá la lluvia se lleve,
con sus gotas y sus lágrimas,
las espinas que clavan las rosas
cuando el amor se hace nostalgia.

Ojalá la lluvia remoje
la sonrisa y todas sus faldas,
que de tanto pisar los charcos
le han puesto botas de agua al alma.

Ojalá la lluvia despierte,
con su voz cantarina en la ventana,
la ansiedad de no tenerte conmigo
con el primer rayo de luz de la mañana.

Ojalá la lluvia se hiciera
pena, soledad, angustia y calma,
hija del amor apaleado y roto,
hermana del silencio que nunca se calla.

Ojalá la lluvia rompiera
el reloj y todos los segundos que guarda,
olvidando los buenos momentos que nunca llegan
y maldiciendo los malos que nunca se marchan.

Ojalá la lluvia sólo fuera lluvia,
y sus gotas de agua sólo fueran agua,
y no llorara conmigo cada vez que me moja,
confundiendo sus lágrimas con mis lágrimas...


Hoy, como entonces, también llueve. A su manera. Esta poesía quedó entre los 120 antologados en el I Concurso Internacional de Poesía de Viña del Mar 2006. No la he subido para fardar, no tengo de qué ^^U Ha habido muchos concursos y sólo esta mención en los últimos dos años. Desfallecer no está en mi vocabulario, aunque sí perder el aliento...

No hay comentarios: