Pelos y Pelusas

El sábado vimos una de las primeras victimas de las vacaciones de verano. Corría al filo de la carretera, desaliñado y con mirada perdida, sin collar. Mientras esa parte de mundo egoísta e insensible abandona a sus perros por unos carísimos 15 días en la playa o en cualquier otro paraíso discutible, la mía me costaba casi otros 50 euros entre la peluquería y el mejor collar desparasitario. Los di besados, Elora tiene mucho pelo y lo va soltando por todos los rincones cuando se sacude. Ahora se ha quedado fresquita y se nota que pasa menos calor. Las gatas se pasan el día oliéndola, sobretodo la pequeña que le bufó nada más llegar de la peluquería pensando quizás se trataba de otro perro. ¡Desde luego que sí! Se trata de otro perro, tan suavita como el cepillo de los bebés, más pequeña y menos gorda, se la ve atlética en vez de pesada y brutota. Lo mejor ha sido perder de vista su plumero, ahora sólo tiene un largo rabo delgado con el que te golpea en vez de azotarte al entrarle la vena histérica. La pelamos dos veces al año, primero por la economía y segundo porque a mí me gusta la Elora melenuda y sexy que se agita al viento aunque me pase estornudando los dos minutos siguientes. Pero con el rapado también se van las pelusas y el barrer compulsivamente y eso es una alegría muy grande.

Tener un perro es esto, señores. Básicamente sacudir pelos y recoger cacas. No los regalen por Navidad, no son juguetes pero sí son caros y ruidosos y joden los amortiguadores y los frenos cuando los pillas a más de 80 en la carretera. Perdonadme si rallo la sensibilidad pero este es el idioma que habla el que no sabe que él nunca lo haría.

No me imagino abandonarla, en algún tramo de camino o en el campo y después irme a pasarlo bien. No me imagino abrir la puerta de la casa y que la perra no me arrolle azotando mis pantorrillas, manchando mis pantalones y lamiéndome las manos cuando busco la argolla del collar para ponerle la cadena. Simplemente no tengo lo que ellos tienen para imaginarlo. Yo tengo a Elora...

PD.- Sabiendo que ponerles el chip identificativo es obligatorio con la vacuna de la rabia a los seis meses, espero fervientemente que les den las vacaciones a todos estos monstruos en Agosto...