viernes, 20 de marzo de 2009

Babel

No me gusta generalizar porque siempre hay excepciones, pero la primera piedra siempre la pone la mujer. Igual, igual, no la pone, pero manda ponerla, en el sitio justo, con la orientación adecuada, respetando el feng shui del ambiente. Igual, igual, una vez puesta la movemos un nanomilímetro para quedarnos a gusto como hacemos al abombar los cojines o al estirarla cama que nos ha hecho otro. Sea como sea, la primera piedra es obra nuestra. A partir de ahí la torre sigue subiendo y subiendo y subiendo y subiendo, con los ladrillos de él pero con nuestra amalgama, esa amalgama de fortaleza eterna que aguanta los embistes de los malos momentos, de la extinción de los mensajes de " Buenos días, mi amor", de la polución de los besos rutinarios, del homicidio de las miradas y los achuchones inesperados. La torre, llena de emplastes y refuerzos, se alza erguida y sólida porque la mujer quiere, como con casi todo lo erguido y sólido. A veces no hay diferencia entre el muro y la piel y el pilar central se hace uno con nosotras. Una torre a nuestra obra y semejanza.

Siempre me he preguntado dónde están ellos en toda esa construcción... bajo nuestra vigilancia. Pero no por ser déspotas y tiranas, sino porque tenemos ese sexto sentido que sólo anuncia catástrofes.

... Esto es Babel, las torres caen y hablamos distintos idiomas.

5 comentarios:

hannuskah dijo...

Qué bien escribes nena...

¿Qué ha pasado?

Un besote :-****

Malice dijo...

Hola wapa! La verdad es que pasar pasar lo de siempre, que las mujeres somos de venus y los hombres de marte jajajajajajajajajaja ¡Pero que simplotes que son y que complicado lo hacemos todo nosotras! jajajajajajaja

hannuskah dijo...

x'DDDD bah! Exageras, que no es para tanto el asunto :-)

Unknown dijo...

Sí, lo de que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus es algo que yo digo y repido muy a menudo y es una frase que digo la mayoría de las veces que discutimos (afortunadamente no muchas) Pero aunque nos desesperemos, aunque odiemos tener que pensar que tenemos que hacernos tatuajes en la frente (o en las tetas, o donde sea) para que se enteren de una puñetera vez de lo que queremos o estamos pensando, también nosotras tenemos que entender que ellos no son pitonisos y que a veces solucionaríamos las cosas antes si en lugar de pretender que ellos lo intuyan (algo imposible por lo visto) tratamos de decírselo claramente. En cualquier caso, sí, son simples cual mecanismo de sonajero y a veces llevan a una hasta la desesperación más absoluta. Pero también ahí está la gracia, si fueramos iguales sería todo muy aburrido, no? :)

¿Pasó ya la tormenta?

Malice dijo...

jajajajajajajajaja me ha encantado lo del mecanismo de sonajero XDDDDD

Las tormentas es lo que tienen que se van por donde han venido para venir cuando menos te lo esperas jajajajajajaja tampoco hubo muchos rayos y truenos :p